La Senda de Fuego
Reflexiones sobre el Kybalión
En ocasiones aporreamos el teclado del ordenador a impulsos de “un impulso”. Y así surgió este impulso. La necesidad de plasmar sobre una pantalla lo que tantas veces había leído desde el papel.
Si hay un libro que, personalmente, conservaría al irme a una isla desierta, tópico-típico, ese, entre otros muy pocos, seria una de las Obras Maestras de la Sabiduria Universal, “El Kybalión”, del dios Thot, más conocido como Hermes Trismegisto.
Muchas an sido las horas de lectura y de reflexión que me ha ocupado. Muchas han sido las ocasiones que me ha hecho percibir la infinitud que se extiende ante todo ser humano y, sobre todo, la que se interioriza en ellos. En la divina “Raza de los Hombres”.
El Kybalión me ha insinuado, en términos inexplicables, cual es la idea del TODO y como se expresa en todo. Nada como las palabras palabras y ha llenado mi corazón de sugerencias…
Palabras del Maestro que, ya después, inspiradas por nuestro también amado y amigo Vicente Beltrán Anglada, con la suave brisa del Agni Yoga, han justificado toda una existencia. A ellos les debo los inmensos y placenteros ratos en los que, ante la soledad de la pantalla, a mi corazón le crecían dedos que, impulsando las teclas, vertían su Fuego.
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